Para gestionar efectivamente a los empleados, incluso a la más pequeña empresa, se deben establecer sus propias reglas y regulaciones de trabajo. Estas reglas laborales protegen su negocio, así como a sus empleados. Si se implementan correctamente, crean un mejor entorno laboral para todos dentro de la empresa.
Para la pequeña empresa, muchas disposiciones pueden ser opcionales. Sin embargo, la legislación laboral exige que su empresa tenga y publique reglas sobre ciertos asuntos, como fumar, drogas, alcohol y acoso sexual. En áreas reguladas por la ley, no hay otra opción que cumplir con estas normativas.
Entonces, ¿por qué debería tener reglas laborales que no son obligatorias? Puede ser tentador pensar que si las reglas no son requeridas por ley, no hay razón para preocuparse por ellas. Sin embargo, si no se preocupa por las normas laborales, existe la posibilidad de que su ausencia cause problemas en el futuro, especialmente si tiene al menos varios empleados.
Tener reglas laborales oficiales en su negocio, incluso si no son obligatorias, es una excelente idea, ya que pueden ayudar a proteger su negocio de litigios y mantener un alto nivel de rendimiento entre los empleados de la empresa. Debe asegurarse de que sus empleados comprendan qué se espera de ellos, no solo en términos de trabajo realizado, sino también en otras áreas de sus relaciones laborales. Si las reglas se seleccionan cuidadosamente, se relacionan claramente con el negocio y se aplican estrictamente, pueden ayudarlo a administrar mejor su empresa y sus empleados.
Reglas laborales adicionales para considerar
Además de las reglas y regulaciones necesarias, tiene la libertad de elegir normativas adicionales que lo ayudarán a administrar mejor su negocio. Por ejemplo, la mayoría de los empleadores pueden optar por un conjunto simple de reglas que consisten en una lista de acciones aceptables y prohibidas, o pueden desarrollar su propia lista detallada de reglas sobre comportamientos específicos. Además de tener un conjunto largo y complejo de reglas, los empleadores más pequeños probablemente preferirán una lista simple de normas y directrices para ayudar a los empleados a comprender qué se espera de ellos.
Debe mantener las reglas lo más generales posible para tener la mayor flexibilidad en su cumplimiento. Las reglas laborales deben reflejar su individualidad como empresario y la singularidad de su negocio. Puede crear un folleto simple de una o dos páginas que cada empleado reciba al ser contratado, cubriendo cosas como:
- Normas de seguridad.
- Políticas de ausencia y tardanzas en el lugar de trabajo.
- Cómo registrar las horas trabajadas (por ejemplo, con un reloj o registro de horario).
- Descansos para el almuerzo y reglas de descanso.
- Política de horas extras.
- Código de vestimenta o normas de apariencia.
- Reglas sobre el uso o daño a la propiedad del empleador.
- Política de confidencialidad de la información del empleador y los clientes.
En cuanto al incumplimiento de las reglas y regulaciones de la empresa. Puede explicar las consecuencias y medidas disciplinarias que puede enfrentar un empleado si viola las reglas o acumula una gran cantidad de multas. También se recomienda incluir en el reglamento laboral una declaración general de que "cualquier empleado sorprendido en tal comportamiento estará sujeto a medidas disciplinarias, incluyendo advertencias verbales, escritas o despido". Tenga en cuenta que en algunos casos puede ser requerido que publique o distribuya una declaración escrita entre los empleados, pero en la mayoría de los casos, cómo comunica sus reglas laborales es su decisión. Hay pros y contras tanto en los métodos escritos como verbales de comunicación. Asegúrese de incluir una exención de responsabilidad que indique que la lista de reglas laborales no está destinada a ser utilizada como contrato de trabajo.